Red Española de Reservas de la Biosfera

 

Terras do MiñoTerras do Miño

La Reserva de la Biosfera Terras do Miño, con 363.668,9 ha de extensión, es la Reserva de mayores dimensiones de Galicia, y se sitúa entre las 5 Reservas que poseen una mayor superficie dentro del Estado español. Incluye territorios de 26 municipios de la provincia de Lugo: Abadín, Alfoz, Baralla, Begonte, Castro de Rei, Castroverde, O Corgo, Cospeito, Friol, Guitiriz, Guntín, Láncara, Lugo, Meira, Mondoñedo, Muras, Ourol, Outeiro de Rei, O Páramo, A Pastoriza, Pol, Rábade, Riotorto, O Valadouro, Vilalba y Xermade.

La Reserva se ubica en el NW de la Península Ibérica, quedando delimitada en su mayor parte por la cuenca alta del río Miño, terreno de topografía predominantemente horizontal que se sitúa entre los 600 m y los 350 m de altitud, junto con los rebordes montañosos de la cuenca que hacen de divisoria frente a los cursos que desembocan en el Mar Cantábrico. El reborde montañoso Norte, está delimitado por la Sierra del Xistral (1.050 m) y otras estribaciones de menor altitud. El reborde montañoso E viene marcado por las Sierras Centrales de Galicia y el W por las estribaciones occidentales de la Cordillera Cantábrica. El cierre sur de la Reserva coincide con el denominado tramo medio del Río Miño, en el que este curso fluvial sufre un progresivo encajonamiento, que contrasta con la planitud que marca la cuenca alta.
 

PATRIMONIO NATURAL
Esta Reserva alberga una importante superficie de humedales, tanto de montaña como asociados a depresiones, incluyendo humedales lacunares, higrófilos e higroturfófilos. Se trata del complejo de humedales de mayor importancia para la conservación de la biodiversidad del SW Europeo. Las características morfológicas, hidrológicas y sedimentológicas de la cuenca propicia la existencia de un complejo sistema de humedales topógenos, así como un gran número de pequeños acuíferos interrelacionados con el sistema fluvial, el cual posee una gran importancia.

El área montañosa septentrional (LIC Sierra del Xistral) alberga una importante superficie de humedales de montaña conformada por brezales húmedos, turberas altas y turberas de cobertor. Las turberas de cobertor de la Sierra del Xistral, considerada como hábitat prioritario, son las únicas representaciones de este tipo peculiar de turberas presentes en la Península Ibérica. Estos humedales de montaña albergan una rica y rara flora de briófitos, plantas superiores y comunidades de invertebrados.

La Reserva alberga una buena representación de bosques climácicos conformados por diversos tipos de robledales (Quercus robur, Quercus pyrenaica), con una gran diversidad de especies vasculares. Los tramos fluviales que recorren las áreas de menor altura muestran probablemente la mejor representación de bosques aluviales y de galería del Norte de la Península Atlántica. Algunos de los bosques de ribera poseen más de 60 especies características de ambientes nemorales. En consecuencia, los cauces fluviales albergan una rica y nutrida diversidad de especies, tanto de bivalvos (Margaritifera, Unio, Anodonta), como de plantas vasculares (Isoetes, Luronium) o de vertebrados (Lutra).

En los distintos ecosistemas, y fundamentalmente en los humedales, se encuentra un importante número de especies protegidas por las Directiva Aves y Hábitat, así como especies incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y en el Catálogo Gallego de Especies Amenazadas. El territorio es además el límite de distribución occidental de numerosas especies. Entre ellas cabe destacar Fagus sylvatica.

PATRIMONIO CULTURAL Y PAISAJE
La Reserva incluye un gran número de yacimientos arqueológicos que abarcan desde el Palelítico Superior Final hasta la Edad Media.

Dentro de este amplio periodo, los yacimientos de la Reserva adquieren una gran relevancia a nivel del NW Ibérico al ser los únicos registros para determinados periodos del Pleistoceno, como es el caso de los niveles pleistocenos (50- 40.000 años) de la Cueva de la Valiña, o los niveles del final del Tardiglaciar de Peña Grande. Con la adopción de la agricultura y de la ganadería en el territorio (hace 6.000 años), se incrementa progresivamente el número de yacimientos arqueológicos, bien de carácter funerario (medoñas), o en periodo más recientes de poblados fortificados (castros). En relación con la ocupación romana se construyen las fortificaciones de la ciudad de Lugo, muralla declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.

La Reserva de la Biosfera incluye un gran número de elementos históricos tanto vinculados con el uso tradicional de los recursos naturales (hórreos, caneiros, molinos), con infraestructuras (puentes), así como de carácter religioso (monasterios, capillas, iglesias, catedral) y civil.

El patrimonio inmaterial es igualmente importante, aunque escasamente estudiado. Pudiéndose destacar la rica y poco estudiada toponimia del territorio, las numerosas leyendas de tradición oral, los festejos tradicionales, los oficios tradicionales de la zona como los canteiros, ferreiros, carpinteiros, serranchíns, fiandeiras, tecedeiras, afiadores, feirantes, seitureiros, curtidores, zapateiros, telleiros y muiñeiros en muchos de los cuales se puede observar la influencia de la colonia judía presente en el territorio.

La UNESCO ha reconocido como Patrimonio de la Humanidad el Camino de Santiago (Camino del Norte y Primitivo) en el año 1993, que discurre por la Reserva, así como la Muralla Romana de Lugo, en el año 2000.

SOCIOECONOMÍA DE LA RESERVA
La Reserva de la Biosfera alberga una importante población (172.966 habitantes), concentrada fundamentalmente en la capital provincial, situada en la zona de transición. La población restante se encuentra distribuida tanto en pequeñas áreas urbanas (capitales de los términos municipales), como en un inmenso número de medianos y pequeños núcleos rurales (alrededor de 600), vinculados con la gestión y aprovechamiento de los recursos naturales (agrícolas, ganaderos, forestales). La población tiene un carácter permanente, aunque a lo largo del año existen pequeñas variaciones estacionales relacionadas con los diversos periodos vacacionales y con la celebración de fiestas patronales y populares. El flujo turístico es importante, aunque no supone un cambio significativo en la población global de la reserva, generando usos y demandas distintas.

La estructura demográfica de la población se caracteriza por un fuerte envejecimiento, bajas densidades de población (sobre todo en los municipios rurales), una elevada dispersión territorial y una acumulación de capital humano muy débil.

Actividades tradicionales

En la actualidad la mayor parte de la superficie del terreno corresponde a propiedad privada. Existe también una superficie importante de terreno como montes comunales, gestionados por los propios vecinos, que constituye un sistema de explotación y propiedad característico de Galicia. La propiedad de carácter público estatal corresponde mayoritariamente a las áreas de servidumbres de aguas, así como a propiedades urbanas. Los ayuntamientos y la Diputación Provincial poseen igualmente pequeñas propiedades, vinculadas al proceso histórico de supresión de la propiedad foral y de la revisión que a partir de este momento sufrieron los montes comunales.

Entre las actividades tradicionales cabe destacar el pastoreo extensivo (caballos, vacas) en régimen de semi-libertad, los sistemas de prados de siega con formaciones pratícolas de elevada diversidad, el desarrollo de cultivos hortícolas a pequeña escala con ecotipos tradicionales, queserías no industriales, elaboración de productos cárnicos, etc. Estas producciones, de carácter local y artesanal, derivan en la existencia de numerosos productos de calidad diferenciada, avaladas con DOP relativas a los tipos de queso ("San Simón da Costa", "Tetilla", "Cebreiro"), así como un conjunto de IGP, entre las que destacan "Ternera Gallega", "Faba de Lourenzá", "Grelos de Galicia", "Patata de Galicia" o "Tarta de Santiago", entre otras.
 

CONTRIBUCIÓN DE LA RESERVA AL DESARROLLO SOSTENIBLE
Con respecto a las estrategias propias de la Reserva para su funcionamiento, la Diputación de Lugo ha constituido en el año 2011 los órganos de gestión de la Reserva, conformados por un Órgano Rector (órgano de gobierno) y Órgano de Participación (de carácter consultivo). Dicho reglamento establece la composición, finalidad y funciones de los diferentes órganos que los componen, junto a su régimen jurídico y económico.

Desde el año 2013, la Reserva de la Biosfera dispone de un Plan de Acción aprobado por ambos órganos, siguiendo un trámite de participación pública que ha permitido la implicación efectiva de los ciudadanos en las tomas de decisiones que afectan al territorio.

Dicho Plan define un nuevo modelo de desarrollo sostenible que compatibiliza la conservación de los recursos naturales con las actividades económicas y el desarrollo de la población, integrándose con otras políticas de protección de la naturaleza, de usos del suelo y de otros recursos.

El patrimonio natural y cultural de la Reserva posee un gran valor desde un punto de vista histórico, puesto que han sido estudiados desde hace más de un siglo. Las labores de investigación sobre los componentes de la Reserva se realizan mayoritariamente por grupos de investigación y centros de la Universidad de Santiago (Campus de Lugo).

En los últimos años el área de la Reserva de la Biosfera se ha incluido como elemento referente en el desarrollo de distintos proyectos financiados por la Unión Europea, el Estado Español, o la Comunidad Autónoma de Galicia.

Líneas del Plan de Acción:

  • Conservación del patrimonio natural
  • Difusión de los valores naturales y culturales
  • Compatibilidad del medio rural con la biodiversidad
  • Compatibilidad del turismo con la biodiversidad
  • Manufacturas locales y productos de calidad
  • Ciencia y desarrollo de capacidades
  • Cooperación y asociaciones para la sostenibilidad
  • Conservación de los recursos patrimoniales
  • Gestión adaptativa de la Reserva de Biosfera

USO PÚBLICO Y TURISMO
El territorio cuenta con una serie de infraestructuras de uso público destinadas a la interpretación y formación ambiental que refuerzan los contendidos en relación a los objetivos del Programa MaB. Con respecto a la oferta de infraestructuras turísticas, la Reserva cuenta con alojamientos de elevada calidad (Paradores, balnearios, SPAs, hoteles de lujo, casas de turismo rural, etc.).

En cuanto a los alojamientos, el territorio cuenta con un Parador Nacional, en Vilalba, así como más de 100 hoteles y más de 50 establecimientos de turismo rural, que permiten al visitante disfrutar de una buena gastronomía y conocer el medio rural de la Reserva.

Cabe destacar la importancia del turismo termal en Terras do Miño, pues cuenta con dos establecimientos termales de calidad: el Balneario de Lugo (donde se pueden visitar además unas Termas Romanas), y el Balneario de Guitiriz. Además, existen un gran número de humedales y charcas con propiedades terapéuticas muy atractivos, como son la Charca de Alligal y Riocaldo.

La Reserva Terras do Miño, caracterizada por su amplia red fluvial, acoge también un gran número de visitantes amantes de la pesca, que visitan los numerosos ríos que bañan el territorio: Miño, Ladra, Parga, Neira, Chamoso, Azúmara, Mera, Narla, etc.

La Reserva cuenta también con un gran número de rutas de senderismo que permiten al visitante conocer el patrimonio natural y etnográfico de la zona. Por ejemplo, o Camiño do Miño, con más de 100 km de ruta fluvial, la Rutas das Insuas, que transcurre por espacios naturales protegidos, o la ruta del agua de Guitiriz, en la que se puede disfrutar de "Sete Muíños", un espacio natural de gran belleza en la orilla del río Forxa, que otorga un interesante valor etnográfico a un espacio habilitado como área recreativa y zona de baño.

Infraestructuras de apoyo

Centro de Interpretación Terras do Miño. A los pies de la ciudad de Lugo, conjunto de casa y molino del siglo XIX, entre robles centenarios, conocido como Molino do Tendeiro.

Centro de Interpretación de la Lagoa de Cospeito. Exposición "in situ" y visión "in vivo".

Mazo de Santa Comba. Antiguo complejo industrial, en el que la fuerza del agua imprime movimiento a mazos, fraguas, sierras, dinamos, molinos.

Conjunto etnográfico de A Fervenza, fundado por un ilustrado clérigo en el siglo XVII, muestra: molino, fragua, fuelles, rodicio, piedras de afilar, telares, taller del zoqueiro y un espectacular salto de agua.

 

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+Fotos: DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE LUGO | Manuel Valcárcel

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